Manifiesto de la huelga de estudiantes del 23 de Octubre 2014

Hace años que vemos como se nos imponen unas reformas educativas orientadas tanto a perjudicar a la educación pública en pro de la privada, como para hacer de la educación estatal en general una herramienta cada vez más dogmática, clasista y elitista, con la única finalidad de producir una mano de obra complaciente con el sistema.

La más reciente y salvaje es la famosa LOMCE. No vamos a entretenernos en las cifras, todxs sabemos hacia que modelo de educación nos lleva:

  • Reválidas y exámenes que dan más importancia a la capacidad de memorizar que a la de razonar.
  • Aumentos de ratio que impiden el debate y la crítica fomentando a su vez la competitividad y la homogeneización de las personas.
  • Recortes a la educación pública, cada vez más precaria, en beneficio de la privada.
  • Dando privilegios a aquellxs alumnxs que escojan la «asignatura» de religión.

Pasando a la universidad, estamos ya sufriendo las reformas del Plan Bolonia, que se continúa con la Estrategia Universidad 2015, con su consiguiente mercantilización y subida de tasas que impiden el acceso a aquellas personas con menores recursos económicos, y que entrega a empresas privadas el control de las universidades públicas.

En la misma linea es previsible que vaya la nueva reforma universitaria que prepara el gobierno, y que de momento ya sabemos, pretende cambiar la duración de los grados universitarios de 4 a 3 años, de forma que lxs estudiantes que quieran completar su formación se verán obligados a pagar uno o dos costosos máster.

Todas estas reformas están claramente encaminadas a la formación en vista únicamente al mercado laboral, la elitización y el adoctrinamiento.

Pero que denunciemos todo esto y defendamos la educación pública no significa que nos resignemos a aceptar un sistema educativo como el anterior a los primeros recortes, que aunque no de forma tan salvaje, también muestra muchas de las anteriores características, a las que nos oponemos.

Por ello llamamos hoy aquí a defender la educación pública, pero sin olvidar que aún hay muchas cosas que cambiar:

  • Desde jerarquías autoritarias, que reproducen los esquemas del poder político en la escuela, basadas en la obediencia y la delegación de responsabilidades en terceros, para que sean asimiladas desde la niñez
  • Pasando por la existencia de currículums cerrados y de un sistema de evaluación basado en exámenes, que fomenta la competitividad en lugar de la cooperación
  • Hasta el sexismo, el racismo, etc. presente tanto entre alumnxs y profesorxs como en la propia institución.

Por todo lo anterior animamos a lxs estudiantes a organizarse, por sí mismos, en asambleas horizontales en cada centro, sin depender de tutorxs, sin delegar su responsabilidad en otrxs, para construir un movimiento estudiantil que se organice desde la base y luchar de una vez todxs juntxs por una educación que sea realmente de todxs y para todxs, sin discriminación, donde se de a lxs alumnxs las herramientas necesarias para desarrollar un conocimiento y un pensamiento libres, promoviendo el debate y el espíritu crítico en lugar del dogmatismo y la obediencia a los que estamos acostumbrados.

En definitiva, por una educación basada en la horizontalidad, en la autogestión, libre de racismo, de sexismo y de toda opresión, que forme a idividuos libres y críticos y cuyo objetivo principal sea la realización y el bienestar de cada persona.

¡¡Por una educación que enseñe a pensar y no a obedecer!!

¡¡Por la pedagogía libertaria!!