Vuestro orgullo no nos representa.

        Estos últimos meses hemos asistido a la preparación de las celebraciones del Orgullo LGTBIQ+ con ilusión, pero hemos hallado una amarga sorpresa. En las asambleas previas a este día se tomó la decisión de permitir a los partidos políticos participar en el Orgullo y aceptar aportaciones económicas de éstos. 
        
        En la mayoría de los partidos el discurso sobre sexualidad y género, que llega a ser homófobo en algunos casos, es totalmente superficial, por no hablar de las palabras de sus líderes que rozan lo absurdo, ignorando por completo teorías sociológicas como la del heteropatriarcado. Por ejemplo, algunos partidos muestran una apariencia de tolerancia hacia la comunidad LGTBIQ+, pero como mucho se resignan a proponer avances insignificantes que realmente no suponen ninguna mejora de vida en la comunidad, como el matrimonio homosexual, falacia que solo sirve para aumentar la fe en el estado.
        
        Ponemos énfasis también en el caracter de estas organizaciones: son partidos, su único interés es obtener votos. Si son sus miembros quienes quieren solidarizarse con el colectivo LGTBI+, les invitamos a participar individualmente. Vuestros partidos o vuestras siglas no nos representan. Como alternativa a las ayudas económicas proponemos la autogestión, actividad que permitió grandes manifestaciones como la del año pasado.
        Rechazamos cualquier sistema capitalista ya que  tiene como pilar fundamental el cisheteropatriarcado, que se basa en la institucionalización de un pensamiento dualista e inmutable y todo lo que se sale de dicho parámetro se condena a la marginalidad. Lo femenino y lo masculino, cuerpos leídos como hombre y como mujer son algunas de las dualidades que emplea el sistema patriarcal en el cual, para su funcionamiento y perpetuación, una parte del binomio está sometido a otro y define la forma en que deben relacionarse.
        
        Cabe destacar que poco a poco el capitalismo, aunque discrimina a la sociedad LGTBIQ+ no puede dejar pasar una oportunidad tan buena como hacer negocio dentro del movimiento. Es a apartir de 1970 aproximadamente cuando comienza a forjarse el llamado capitalismo rosa que se nos presenta como alternativo al que solo puede acceden una minoria de clase media-alta. El capitalismo rosa crea un mercado, por general únicamente homosexual, que utiliza las mismas técnicas de normalización del capitalismo heteropatriarcal blanco. El consumo invisibiliza al resto de identidades y sexualidades, imposibles de vender a través de un escaparate o de una pantalla.
        
        Esta variante del mercado funciona como un mecanismo que ahoga todo tipo de disidencia sexual y de genero, estandarizando la subversión propia de la lucha. Esto puede verse en la creación de barrios (mas bien guettos) para estas minorias, que en un principio se presentan como barrios modernos y repletos de libertad pero que no son nada mas que espacios de reclusión para la comunidad Queer, para tenerla controlada y que no sigan desestabilizando el orden patriarcal. El consumo producido por empresas cuyo público es parte de la comunidad LGTBIQ+ convierte a barrios como Chueca en parques temáticos que cierran cada mañana con grandes beneficios.
        
        Es precisamente este Capitalismo rosa el que envenena el Orgullo, y hace que pierda parte de su valor reivindicativo. Recordamos que el primer Orgullo, el primer 28 de junio, fue una protesta en Barcelona en 1977, cuando el colectivo pedía respeto tras la dictadura. La manifestación estaba encabezada por transexuales y travestis de la ciudad, quienes al final del día plantaron cara a la policía.
        
        Por último queremos hacer mención a las victimas del atentado de Orlando. Somos conscientes de que más alla de lo que los medios puedan decir del autor y de la causa de la matanza, el principal motivo es la homofobia. Y es que esta mata día a día, en cada colegio, en cada ciudad o pueblo y no podemos olvidarnos de todas las victimas. 
        Para pararle los pies a la homofobia es preciso crear lazos de solidaridad, apoyo mútuo y cuidados. Para acabar con la homofobia es imprescindible acabar el capitalismo, el patriarcado y la heterosexualidad obligatoria. Lo que no vamos a tolerar JAMÁS es que los partidos y el capitalismo lideren la lucha por nuestros derechos. La inclusión de partidos y empresas en el orgullo y la pérdida del valor reinvindicativo provocada por el Capitalismo Rosa nos llena de rabia y nos impulsa a gritar
        
        Vuestro Orgullo no nos representa.